En pleno uso de su derecho de réplica, la regidora de la comunidad indígena de Xoxocotla, Sarath Carpanta Ramos salió al paso de la denuncia pública que un grupo de ciudadanos hizo en su contra:
“Creo que todos nos merecemos respeto, pero también quisiera que ese respeto sea mutuo. Yo no haría jamás algún acto de impunidad o algo que afecte a otra persona de mi comunidad”, dijo en entrevista.
El viernes 15 de marzo, personas de Xoxocotla acusaron públicamente a Sarath Carpanta: “Dice ser dueña cuando en verdad ella no muestra ningún papel. Ella no tiene nada, todo lo que tiene es falso”, acusó Pedro Palma Teodocio.
Pero el dicho de los inconformes es contrastado con expedientes judiciales de al menos cuatro juicios ordinarios civiles en contra de: José Medina Herrera, Araceli Palma Teodocio, Santos Palmas Teodocio y Álvaro Antonio Juárez.
“Creo que todos somos libres de expresar nuestra versión. Creo que esa familia de Santos Palma Teodocio ya expresó su versión, la expresó a su manera, y pues me gustaría que ustedes me escucharan”, expuso Carpanta Ramos.
La mañana del viernes, personal del Juzgado Civil de Primera Instancia del Tercer Distrito Judicial y agentes de seguridad pública ejecutaron una diligencia, en el paraje de Alanehuilco en la población de Xoxocotla.
El objetivo fue entregar un inmueble ubicado entre las calles 14 de Febrero y 5 de Mayo, a la parte actora, Sarath Carpanta Ramos, en cumplimiento a una orden que daba fin a un juicio iniciado en el año 2019.
“Fue la ejecución del desalojo, ya se les había notificado antes. Hay expedientes que lo constatan. Todos los documentos están ahí, pues se inició el proceso de desalojo. Hubo un conflicto, dentro de lo que cabe entiendo su molestia, pero también entiendo que ellos deben de entender que hicieron actos ilegales”, dijo la entrevistada.
Agregó: “Soy hija de Faustino Carpanta López, soy su única hija y solamente estoy defendiendo mis derechos por ser hija de Faustino Carpanta López”, sostuvo quien siempre se ha conducido apegada a derecho.
En ese tenor se le cuestiona: “Ellos argumentan que usted como servidora pública había influenciado para poder resolver que el dictamen fuera a su favor, ¿qué tiene que decir al respecto?”.
Sarath responde: “No, claro que no. Yo me esperé a los procesos legales. Me esperé a que la sentencia siguiera el proceso, me esperé a que el mismo juzgado nos mandara los oficios”.
Pero la lucha de Sarath no ha sido fácil debido su condición de mujer en una comunidad de la vieja usanza. Ella ha sido víctima de amenaza, de agresiones físicas y verbales, exhibida y denostada, pero se mantiene de pie.
“La verdad es que creo que la mujer de Xoxocotla ha estado muy intimidada. Yo por ejemplo he sufrido bastantes amenazas por parte de ellos, he sufrido golpes por parte de Santos Palma Teodocio, por parte de Pedro Palma y de su hijo Jairo”.
El día del desalojo, alrededor de 16 personas arremetieron a golpes en contra de ella. Todo fue tan rápido, pero no pasó a mayores.
“Yo espero que ellos se entiendan que fue un proceso, fue un juicio donde todos ellos debieron de haber hecho las cosas bien. Ellos hicieron un proceso donde metieron documentos falsos y pues ahí están todos los peritajes”.
Finalmente, Sarath hace un llamado a su comunidad:
“Quiero que sepan que no es un acto de abuso de autoridad como ellos lo mencionan. Quiero que sepan que he defendido este proceso porque son mis derechos porque mi padre me dejó en herencia. No le estoy quitando nada a nadie solamente estoy defendiendo lo que es de mi familia, lo que es mío”.