Con paso firme y buen semblante, el exdiputado Marcos Zapotitla Becerro entró por la puerta trasera, de la tribuna de la Sala Cinco del Juzgado de Control y Juicios Orales de Atlacholoaya.

No iba aprisionado por el agente de seguridad y custodia, que usualmente traslada sometidas a las personas privadas de la libertad que comparecen a una audiencia, más bien, parecía su escolta.

Zapotitla Becerro vestía un suéter café y debajo una camisa amarilla, pantalón beige y zapatos, tipo mocasines, color café: el uniforme de prisión.

“Muy buen día, señor juez, a sus órdenes”, saludó efusivo Marcos Zapotitla al Juez, Edie Sandoval Lome, quien lo miró sutil y serio.

La audiencia de auxilio judicial a la defensa, programada a las 11:00 horas del jueves 13 de enero, inició con pocos minutos de retraso.

El primer tema del debate se centró en el cambio de la defensa, porque la anterior abogada renunció por incompatibilidad con el exdiputado.

Una fuente cercana al caso reveló a este reportero, que la discrepancia, de la antigua defensa y la persona imputada, radicó especialmente en que no se le permitió hacer su trabajo, constantemente era boicoteada.

También habló de un supuesto maltrato y soberbia con que se conduce la familia del exdiputado y una influencia negativa, de una segunda abogada, externa al caso.

Dos días antes de la audiencia, la licenciada renunció y entregó la carpeta de investigación a otra abogada de la Defensoría de Oficio.

Así fue como esa mañana acudió un abogado particular, a quien el juzgador tomó protesta para ser designado como nueva defensa. Pero la audiencia se suspendió porque el traductor de náhuatl no acudió.

Recordarán, en la audiencia de formulación de imputación, el Juez Edie Sandoval designó un traductor al exdiputado, porque él es oriundo de una comunidad indígena, y a fin de no vulnerar su derecho a una adecuada defensa.

En un principio, Zapotitla Becerro se opuso a la designación del traductor, ya que dijo entender y hablar muy bien el español, pero el juez insistió.

El pasado 4 de enero, en audiencia previa, se informó que el intérprete designado había fallecido. El juez habló con la persona imputada y sugirió que, a fin de no retardar la impartición de justicia se continuara sin la asistencia del especialista.

Pero en esta ocasión Marcos Zapotitla dijo que siempre sí era necesario un traductor.

“El único que retrasa el proceso es usted. La Fiscalía no tiene ningún interés ni el asesor jurídico. Los retrasos son en su perjuicio porque usted se encuentra privado de la libertad”, dijo el juzgador al exdiputado.

Zapotitla Becerro pidió hablar y elocuente, como en sus tiempos de legislador, se pronunció por respetar los lineamientos establecidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El Juez recordó a la persona imputada que, en sus intervenciones como diputado en el Congreso, nunca tuvo la necesidad de un traductor. Ante la circunstancia, el juzgador resolvió posponer la audiencia.

Edie Sandoval fijó el próximo 8 de febrero, a las 11:00 horas, para continuar con el proceso judicial.