El Mapa Criminal de México 2020, de Lantía Consultores, revela que en 25 entidades del país hay 160 agrupaciones locales y regionales; en Morelos hay más de 10 escisiones de grupos criminales, en su mayoría de la Organización Criminal de los Beltrán Leyva.
Entre los grupos más recientes se mencionan: Sangre Nueva; Comando Tlahuica de Homero Figueroa Meza (a) “El Tripas”; organizaciones criminales de la Ciudad de México. Aunado a grupos aliados del Cártel del Pacífico de Sinaloa (CDP) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La organización criminal de los Beltrán Leyva surgió al separarse del Cártel del Pacífico, y tras el asesinato de Arturo Beltrán Leyva, la organización se fragmentó primero en dos grupos, uno de Edgar Valdez Villareal, “La Barbie” (Guerreros Unidos) y otro de Sergio Villareal Barragán, “El Grande” (Cártel del Pacífico Sur).
“Su muerte detonó un violento desmembramiento, toda vez que ninguno de los hermanos tenía autoridad para garantizar la disciplina en las distintas facciones de la organización; y aunque Edgar Valdez Villareal (a) “La Barbie” intentó hacerlo en un contexto de disputas violentas con Los Zetas”, refiere el informe.
Por un tiempo, los remanentes estuvieron a cargo de Héctor Beltrán Leyva “El H”, pero fue detenido el 10 de enero de 2014 en un operativo federal en San Miguel de Allende, Guanajuato y falleció de un infarto el 18 de noviembre de 2018 en el CEFERESO Núm. 1.
“Para 2019, la organización criminal de Los Beltrán Leyva había dejado de existir en los hechos”, y dio paso a otros grupos como: La Mano con Ojos, Familia Ortega-Jiménez, Los Rojos (familia Mazarí-Miranda-Nava), Cártel Independiente de Acapulco (CIDA), La Barredora, El Charro (Carlos Montemayor), Familias (Casarrubias y Figueroa).
Actualmente, algunas de las fracciones que existen son identificadas como de Fausto Isidro Meza “Chapo Isidro”; Los Mazatlecos, Los Ardillos; Los Rojos; CIDA; La Barredora; Los Granados; Sur Cártel del Sur y Guerreros Unidos, la Nueva Empresa.
El surgimiento de los nuevos grupos criminales locales y regionales, fueron algunos dirigidos por ex líderes de grupos de autodefensa o sicarios que quedaron en las organizaciones previas. En esta nueva etapa, diversificaron sus actividades a nuevos mercados como el robo de combustible, a ferrocarril, a transportista y trata de personas.
“Actualmente los Zetas, CDG, OCBL y CT-FM ya no existen como organizaciones cohesionadas; se han atomizado en varias escisiones, algunas antagónicas entre sí o sin relación alguna con los liderazgos originales”, menciona el documento oficial cuya copia obra en poder de este medio.