En un claro ejemplo de opacidad y manejo cuestionable del poder, el Pleno del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Morelos sesionó esta mañana de lunes tras una crisis institucional.
Con acuerdos secretos y en audiencia privada, los 22 magistrados que integran el máximo órgano del Poder Judicial se reunieron, luego de que habían desconocido a Luis Jorge Gamboa Olea como su presidente.
La sesión ordinaria, convocada a las 09:30 horas del 1 de julio, se llevó a cabo a puerta cerrada en el edificio del TSJ, sin permitir el acceso a la prensa ni informar a la opinión pública sobre los temas tratados.
Esta práctica de esconder las discusiones del Pleno resulta alarmante y levanta serias dudas sobre la transparencia y la rendición de cuentas del Tribunal.
Se recordará que el pasado lunes 5 de junio, el Magistrado Presidente Luis Jorge Gamboa convocó a los magistrados del Pleno, pero estos no se presentaron.
Gamboa los acusó de incumplir sus obligaciones, una afirmación que puso en evidencia las profundas divisiones internas y la lucha de poder dentro del TSJ.
En respuesta, el Magistrado Juan Gabriel Vargas Téllez calificó el hecho como un mero «asunto del poder por el poder mismo», acusando a Gamboa de intentar alargar su mandato sin la aprobación del Pleno.
Desde entonces, el TSJ se había paralizado, sin celebrar ninguna audiencia del Pleno hasta esta mañana. Sin embargo, a diferencia de otras ocasiones, los magistrados se reunieron en privado, sin transparentar ni informar a la ciudadanía sobre los temas discutidos.
Información obtenida por este medio revela que en la sesión ordinaria se abordaron siete puntos, entre ellos un permiso de tres días para la Magistrada María del Carmen Aquino Celis.
También se realizó una sesión extraordinaria con doce puntos en la agenda, como la ratificación de las magistradas María Luisa Sánchez Osorio y Nancy Giovanna Montero Mercado como presidentas de sus respectivas salas.
Además de la solicitud de aprobación y pago del haber de retiro de la Magistrada en retiro María Leticia Taboada Salgado.
En el último punto se trató la aprobación de casi un centenar de oficios suscritos por el Magistrado Presidente para su ratificación o rectificación, presuntamente relacionados con el personal de cada magistrado.
Este cúmulo de asuntos administrativos y la falta de transparencia en su tratamiento solo incrementan las sospechas sobre las verdaderas motivaciones detrás de estas reuniones secretas.
Intentamos obtener declaraciones de los magistrados líderes de los distintos grupos, pero se negaron a hablar, alegando que se trataron de «asuntos privados».