Casi el 50 por ciento de las juezas y jueces de primera instancia que integran el sistema de justicia penal de Morelos, son juzgadores interinos o sustitutos.
Se trata de juristas que cubren temporalmente un juzgado y sus funciones, obligaciones y régimen, son idénticos a los de los jueces titulares o definitivos.
Ya sea por jubilación, remoción, suspensión o cambio de adscripción, el déficit de las y los juzgadores penalistas aumentó considerablemente en el presente año.
Es decir, tras la designación del Magistrado, Luis Jorge Gamboa Olea como Presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) del Estado.
Actualmente hay 25 juzgadores de Primera Instancia (13 mujeres y 12 hombres), especializados en las etapas de Control de Garantías, Juicio Oral y Ejecución de Sanciones.
Doce impartidores de justicia son interinos, de ellos, nueve fueron nombrados en la actual administración que encabeza Luis Jorge Gamboa.
El artículo 59 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Morelos, párrafo tres, dice:
“Los juzgados deberán contar con jueces definitivos y ningún interinato podrá ser mayor a tres meses”. Pero hay jueces que tiene más de un año de sustitutos.
En opinión de abogados penalistas, el riesgo de los jueces interinos es que la independencia, en sus resoluciones, sea influenciada por algún Magistrado.
Como en su momento lo denunció el Magistrado en retiro, Carlos Iván Arenas Ángeles, quien fue persuadido por el Presidente, Jorge Gamboa para cambiar su decisión en una resolución.
Sobre el tema de los jueces interinos manifestó en una entrevista:
“Tenemos jueces interinos, eso no debe de existir (…) no debemos deberle el cargo a una persona sino a los conocimientos y habilidades”
Iván Arenas se pronunció por fortalecer la carrera judicial y preparar a las mejores personas que, laboran en el Tribunal Superior de Justicia y aspiran al cargo.
Aunado a lo anterior debe existir un periodo de inamovilidad de los jueces interinos además de ser sometidos a una constante evaluación.
“Tenemos a jueces que están en el ojo del huracán, pendiendo de un hilo y recibiendo instrucciones”, reconoció Arenas Ángeles.