«En esta nueva Fiscalía tenemos un compromiso con la justicia y con todas las mujeres del estado». Con estas palabras, el Fiscal General del Estado de Morelos, Edgar Antonio Maldonado Ceballos, intentó marcar una postura de firmeza en la atención a la violencia de género. Sin embargo, su primer mensaje público como titular de la institución generó controversia por una acción que contradice el principio fundamental del debido proceso.
En su primer video oficial, difundido a través de las redes sociales de la Fiscalía, Maldonado Ceballos anunció avances en investigaciones por feminicidio y tentativa del mismo delito. No obstante, en su afán por demostrar resultados inmediatos, expuso a una persona vinculada a proceso penal y otra imputada sin respetar la presunción de inocencia, lo que podría derivar en una violación de derechos fundamentales.
El discurso del Fiscal hace énfasis en la responsabilidad institucional y en la seriedad con la que se investigan los casos de violencia contra mujeres, pero al mismo tiempo incurre en una práctica que socava la credibilidad de la Fiscalía. La vinculación a proceso no equivale a una sentencia condenatoria, y la medida cautelar de prisión preventiva no es sinónimo de culpabilidad, principios básicos del Sistema de Justicia Acusatorio Adversarial.
El mensaje de la Fiscalía también destaca la necesidad de manejar las cifras delictivas con responsabilidad y apego a la verdad. Sin embargo, esta postura se ve empañada cuando desde la propia institución se vulneran derechos básicos en la comunicación oficial. La presión pública por resultados rápidos no puede justificar la violación de garantías procesales.
El reto para Edgar Maldonado no solo será mejorar la respuesta ante la violencia de género en el estado, sino también demostrar que su administración será respetuosa de los principios del debido proceso y la presunción de inocencia. De lo contrario, su compromiso con la justicia podría quedar reducido a un simple eslogan.