• El ataque estaría vinculado con el atentado contra el alcalde de Yautepec; la víctima no recibió atención médica inmediata

La violencia sigue siendo una constante en los penales de Morelos. Este domingo, una riña dentro del Centro de Reinserción Social (CERESO) Morelos dejó al menos una persona privada de libertad herida con arma blanca, en un hecho que expone la crisis de seguridad y negligencia institucional que persiste en el sistema penitenciario estatal.

De acuerdo con información recabada por El Guardián Mx, la pelea ocurrió alrededor de las 15:30 horas en el área conocida como “Diamante” del penal. La confrontación habría sido protagonizada por al menos cinco personas internas de los Dormitorios 9 y 12, al parecer vinculadas a grupos criminales de la zona oriente del estado.

Fuentes internas señalan que la disputa fue un «ajuste de cuentas» relacionado con el atentado contra el actual alcalde de Yautepec, Eder Alonso Gutiérrez, ocurrido el 26 de octubre pasado. En la riña, dos internos identificados con los alias de “El Demente” y “El Beny” atacaron a “El Chachalaco”, su hermano y una tercera persona. Como resultado, “El Chachalaco” sufrió al menos cinco puñaladas.

Indolencia y crisis penitenciaria

Lo más alarmante del caso no es solo la violencia entre internos, sino la omisión de las autoridades penitenciarias. A pesar de la gravedad de sus heridas, la persona herida no fue trasladado de inmediato a un hospital. No fue sino hasta la tarde del lunes, casi 24 horas después del ataque, cuando finalmente recibió atención médica, lo que deja en evidencia la falta de protocolos de emergencia y la negligencia de la administración del penal.

Este tipo de situaciones no son nuevas en el sistema penitenciario de Morelos. A pesar de las promesas de la gobernadora Margarita González Saravia de frenar la violencia en las cárceles y garantizar el respeto a los derechos humanos, la realidad sigue mostrando un escenario de caos y abandono.

El director general de Reinserción Social, Josué Israel Molina Díaz, ha guardado silencio ante los hechos, lo que refuerza las críticas sobre la falta de gobernabilidad dentro del CERESO Morelos. La crisis penitenciaria en el estado sigue escalando, sin que hasta el momento existan señales de una estrategia real para atenderla.