La Fiscalía de la Región Oriente del Estado de Morelos está bajo la lupa. Guillermo David Adrián Mejía Santillán, actualmente adscrito al área de Ministerios Públicos Judicializadores, es señalado por múltiples actos de corrupción y deslealtad como servidor público.

Sin embargo, las denuncias en su contra permanecen estancadas, lo que ha generado un manto de impunidad que, según fuentes consultadas, estaría siendo solapado por la titular de la Fiscalía, Rosa Isela Hernández Reyes.

Denuncias archivadas y sospechas en aumento

Mejía Santillán acumula al menos dos denuncias formales por delitos cometidos por servidores públicos. Una de las más graves es la registrada bajo el número CT-UEDD /6451/2022, presentada el 3 de noviembre de 2022.

Sin embargo, a más de dos años de haberse interpuesto, el expediente no ha mostrado avances significativos, lo que ha despertado cuestionamientos sobre el manejo del caso dentro de la Fiscalía.

A estas denuncias se suman quejas recurrentes por su desempeño como agente del Ministerio Público. Testimonios recogidos de manera anónima revelan que Mejía Santillán rara vez estaba disponible en su oficina de Cocoyoc, en Yautepec:

«Siempre decían que estaba en audiencia, pero todos sabíamos que pasaba la mayor parte del tiempo en la Fiscalía de Cuautla. La gente lo buscaba y nunca estaba», expresó una de las personas entrevistadas.

La sombra del encubrimiento

Según fuentes internas de la Fiscalía, Rosa Isela Hernández Reyes, nombrada como Fiscal de la Región Oriente el 26 de agosto de 2024, es señalada por encubrir las irregularidades de Mejía Santillán.

Aunque llegó al cargo con la promesa de mejorar los niveles de transparencia y eficiencia, su administración ha sido duramente criticada por permitir que servidores públicos con antecedentes cuestionables mantengan sus puestos estratégicos.

«No solo no se han investigado las denuncias contra Mejía Santillán, sino que incluso parece que lo han protegido desde dentro. Es indignante que las autoridades encargadas de impartir justicia actúen con tanta impunidad», declaró otra fuente cercana al caso.

Un sistema en crisis

La falta de acción en casos como este refleja una preocupante crisis dentro del sistema de justicia en Morelos. Mientras las denuncias y quejas contra Guillermo Mejía Santillán permanecen sin resolución, la percepción de corrupción y negligencia crece entre la ciudadanía.

Es necesario que las autoridades estatales y federales revisen con urgencia los procesos internos de la Fiscalía de la Región Oriente, no solo para esclarecer las acusaciones contra Mejía Santillán, sino también para garantizar que la institución cumpla con su obligación de servir con honestidad y transparencia.

La justicia no solo debe ser impartida, sino también percibida como imparcial. El encubrimiento y la opacidad no tienen cabida en un sistema que aspira a recuperar la confianza de la población.