El pasado sábado, la directora del Centro de Reinserción Social (Cereso) Morelos del área femenil, Diana Inés Hernández Román, fue removida de su cargo en medio de graves señalamientos realizados por mujeres privadas de la libertad.

En una carta, las internas denunciaron presuntos abusos sistemáticos de poder por parte de Hernández Román y de un grupo cercano de internas, quienes habrían mantenido un régimen de control basado en amenazas, golpizas y extorsiones.

Las acusaciones incluyen la venta irregular de bienes, la exigencia de pagos por visitas familiares, la organización de fiestas con alcohol, y la presunta tolerancia a actividades ilícitas dentro del penal, entre ellas la prostitución y la venta de drogas.

Según las internas, la ahora exdirectora era clave en permitir estas dinámicas, lo que mantenía un clima de hostilidad y abusos al interior del penal.

Este escenario generó tensión constante y preocupación por la estabilidad del centro, que se encontraba en «focos rojos» debido al control ejercido por dicho grupo.

Las autoridades penitenciarias aún no han emitido un comunicado oficial sobre los motivos específicos de la destitución, pero trascendió que esta decisión busca retomar el orden en el penal y garantizar los derechos humanos de las mujeres privadas de la libertad.

El pasado fin de semana se nombró a una nueva directora al frente del Cereso femenil, pero se desconoce su nombre. Ella será quien tendrá la tarea de implementar medidas para restablecer la seguridad y mejorar las condiciones de vida en el penal.