Es un vaivén de dilaciones tolerada por jueces. Una estrategia de defensa que se ha vuelto un juego. Desde hace más de dos años y medio, el exdiputado Marcos Zapotitla Becerro enfrenta un encarcelamiento preventivo bajo la sombra acusatoria de violación en agravio de una de sus asistentes particulares.
Las audiencias, del protegido del Gobernador, se han vuelto un espectáculo constante de nombramientos y destituciones de abogados defensores, un total de 15 en la cuenta. A su lista se suma: el exjuez penal, Daniel Adán Rodríguez Apac, quien ayer, miércoles 14 de febrero, tomó protesta.
No sólo eso, en la antesala del juicio oral, Marcos Zapotitla ha argumentado: enfermedad, olvido, la falta de un traductor de lengua indígena y hasta quejas infundadas en contra del actuar del ministerio público -a quien acusa de no entregarle copia del expediente completo- para diferir sus audiencias.
Carlos Gibran Haro Álvarez, asesor jurídico de una de las víctimas, confirma que la estrategia del exdiputado es dilatar el proceso y buscar la revisión de la medida cautelar bajo el argumento de la inconvencionalidad de la prisión preventiva, y el vencimiento de su duración de dos años para sustituirla por otra distinta.
Es por ello que aplaza una y otra vez las audiencias intermedias, esgrimiendo desde violaciones al debido proceso. Ayer, por ejemplo, en la última audiencia, celebrada a las 08:30 horas, el juez de la causa, Natanael Subdias Aguilar difirió la audiencia por una negligencia: la traductora no fue notificada sobre la audiencia y no compareció.
Pero una segunda sombra se cierne sobre el caso. La Fiscalía Especializada de Combate a la Corrupción busca formular nuevas imputaciones contra Zapotitla, esta vez por hostigamiento sexual agravado, discriminación agravada y violencia política por condiciones de género agravada.
Desde abril del 2023, la Fiscalía Anticorrupción se ha visto impedida para presentar cargos contra Marcos Zapotitla. La víctima, quien ha comparecido a cada una de las audiencias es testigo mudo de esta situación, y ve cómo sus derechos languidecen en el limbo judicial.
El Juez de esta segunda causa, David Ricardo Ponce González, ha sido tibio en sus resoluciones, incapaz de equilibrar la balanza de la justicia entre las partes en conflicto, aunque el pasado viernes 9 de febrero, pareció un poco más claro y enérgico en su actuar, y dijo a Marcos Zapotitla:
“Debe nombrar a un abogado de su elección y confianza o le impondré un defensor público”, sentenció Ponce González. Fue así que, también la tarde de ayer, en una audiencia programada a las 13:00 horas, el exdiputado nombró a Rodríguez Apac como su nueva defensa, la número 16.