Un grupo de mujeres privadas de su libertad en el área femenil del Centro de Reinserción Social (CERESO) Morelos denuncia una serie de violaciones de derechos humanos y corrupción de autoridades penitenciarias.

A través de escritos redactados de puño y letra, las mujeres internas solicitan la intervención de las autoridades judiciales para que atienda la grave situación que existe en la prisión femenil de Atlacholoaya.

Ellas denuncian a la Directora del Centro Penitenciario, Diana Inés Hernández Román de tratos crueles e inhumanos y el contubernio que mantiene con otras mujeres privadas de libertad para conformar un cogobierno.

“Ella manda a otras de nuestras compañeras a pegarnos si hablamos y no encontramos la manera de que nos escuchen, ya nos hemos quejado con los jueces, pero ella se burla cuando llegamos y nos dice que eso no le hace nada”.

Aunado a lo anterior hablan de tortura psicológica pues, Hernández Román se presenta muy de noche a sus celdas para hacer revisiones, las desnuda y las obliga a realizar sentadillas además las mantiene paradas por mucho tiempo.

“… nos intimida con trasladarnos o desaparecer nuestros expedientes junto con el Lic. Jefe de operativo, Francisco Jesús Flores Jiménez”, dice otra mujer en su escrito que dirige a la autoridad.

Una denuncia más,, señala a Flores Jiménez como el servidor público, que se vale de su autoridad para someter a las mujeres internas y tener relaciones sexuales.

“… saca a las compañeras al área de enfermería y pues, ahí tiene relaciones íntimas con ellas y esas mismas compañeras que le dan su cuerpo, pues después se sienten intocables con disque paro del director”, dice la fuente anónima.

Otro escrito, de una mujer interna revela actos de corrupción: “La directora, Diana Inés vende las visitas íntimas en ochocientos pesos, yo no puedo comprar uno porque ella dice que me porto mal».

“Teníamos permitido trabajar en la estancia, nos recogió el material de trabajo según nos dio un plan de actividades y nos quita horas de trabajo y los fines de semana no trabajamos nada”, refiere la denunciante.

“Por favor necesitamos su ayuda, no nos dejen solas. Omitimos nombres por temor a las represalias de las autoridades y si hay autogobierno aquí”, es el llamado que hacen.