Diecisiete armas de fuego, entre rifles y pistolas, desaparecieron del cuarto de evidencia de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de Morelos.
El armamento se aseguró a agentes policiales, implicados en el ataque en contra del entonces Procurador, Rodrigo Dorantes Salgado, en febrero de 2013.
En audiencia de queja, la mañana del pasado miércoles 15 de septiembre, un tribunal de enjuiciamiento ordenó a la Fiscalía la devolución total de las armas.
Así como el retorno de 18 cargadores, 306 cartuchos útiles, calibre 9 milímetros y .223, que permanecían bajo resguardo de la Fiscalía de Homicidios.
Lo anterior luego de que la Comisión Estatal de Seguridad (CES) Morelos solicitó la intervención del tribunal ante las omisiones de la autoridad ministerial.
El tribunal concedió a la autoridad ministerial, un plazo de 48 horas para la devolución de las armas, mismo que se venció este viernes.
“Apercibiendo al Fiscal General para el caso de no cumplir en tiempo y forma el requerimiento se le aplicará una multa 100 salarios mínimos”, dice la resolución.
De igual manera, la autoridad judicial menciona que, en caso de imposibilidad también lo deberá informar a la CES para que proceda en consecuencia.
Una fuente cercana al caso, refieren que, hasta la tarde de este viernes, no se había dado por cumplida la orden del tribunal.
En opinión de la misma fuente, el conflicto deriva porque “la Fiscalía no lleva un adecuado control de su cuarto de evidencia y las armas ya se las robaron”.